"Id,pues,vagabundos sin tregua,errad,funestos y malditos,a lo largo de los abismos y las playas,bajo el ojo cerrado de los paraísos".Paul Verlaine
sábado, 2 de febrero de 2013
HOY NO EXISTE PARÍS, PORQUE ESTOY SOLO
Hoy no existe París, porque estoy solo. Hoy no es verdad toda esta luz, cernida por los verdes castaños del boulevard; no es cierta esta gris claridad que lentamente gotea, ni el mojado paragüas que camina apresurado, ni la mujer lejana, inexistente, que me roza, dejándome un poco de humedad cerca del hombro.
Hoy no existe París porque no tengo a quien decirle: "Estas son las piedras de Saint Germain des Prés"; o sólo: "rue Bonaparte"; o, acaso: "aquélla es la Cité": "éste es el Sena". Y no tengo un portal, una escalera donde esperar a alguien; y no puedo impacientarme porque tarde alguien; y quisiera poder decir a alguien: "¿por qué tardaste" o "¿qué hacemos ahora?".
Algo,una brizna de belleza,un tallo, un pezón, una yema que tímida se asoma entre el vaho infinito, un poco nada más de luz, es mucho para tan sólo un hombre en una calle. Porque es extenso el reino inalcanzable y,cuando alguna vez,se acerca y rasga su veladura,convergiendo,como los rayos a través de un prisma,en sólo un pedazo de piel humana,es tanto que convierte en pavesas todo un presente,un cuerpo, un desamparo.
Sobre los techos de París, ondea mi corazón como un deshilachado estandarte.Columnas de ruido ascienden de las plazas. Bullen miradas,pechos,íntimos encajes detrás de las persianas, por las altas buhardillas. Y estoy fuera. Y estoy perdido y fuera y anochece. Borbotea la vida como en una redoma inmensa,y yo la miro, inmóvil, abrazado al cristal, externo, y nada me da su calor. Por las aceras nadie saca una mano del brillante impermeable, nadie asoma una palabra a la que pueda asirme para andar. Y el gris se adensa. Y los anuncios que se encienden hacen más palpable la irrealidad, más cerca.
Hoy no existe París porque estoy solo. Porque la gente gesticula dentro de las lunas de los cafés, en medio de la prisa del metro, y yo no tengo una voz cerca que me diga algo como "sigue lloviendo", o "¿qué día es hoy?"; una voz que pueda templar un poco esta frialdad cortante. Tanta belleza es nada y qué más da,si se anda así,pegado a las paredes, solo, recogiendo murmullos por los parques, vida ajena, aliento ajeno que se va y no alcanza a empañar nuestros mínimos cristales.
Texto : Rafael Guillén.Fotografía : Jorge J. Molina
A veces necesitamos que nos atestigüen. Que unos ojos nos rescaten de la invisibilidad, y den luz a todas esas figuras que constituyen la ciudad. Gracias por el París nevado, y por compartir este poema que se posa sobre las cosas y las perfil, como la nieve. Un abrazo.
A veces necesitamos que nos atestigüen. Que unos ojos nos rescaten de la invisibilidad, y den luz a todas esas figuras que constituyen la ciudad. Gracias por el París nevado, y por compartir este poema que se posa sobre las cosas y las perfil, como la nieve. Un abrazo.
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