
"Id,pues,vagabundos sin tregua,errad,funestos y malditos,a lo largo de los abismos y las playas,bajo el ojo cerrado de los paraísos".Paul Verlaine
sábado, 15 de febrero de 2014
"NON SERVIAM"
El dador de luz, la luz más bella pronunció la primera frase de rebeldía de la historia : "Non Serviam". ¿Por qué he de servir?. Pensó. Y las sombras abandonaron las esquinas partiendo en pedazos sus alas,el hombre bajó de la montaña y entró en la playa prohibida. Los osados abandonaron los templos y la tiniebla creció del fuego olvidado en los altares. Un viento helado ensordeció las cavernas y nacieron las ciudades al amparo de la negra noche. El espejo se rompió, se trizó en su propia imagen de libertad y en ese instante nacieron muchas cosas: el dolor, el tiempo, la duda, el frío, el desamor, el abandono, el olvido, la tentación, la memoria, el deseo, la soledad... Y la poesía.
Nota: En la mitología cristiana se cuenta que Luzbel (la luz más bella. Posteriormente el Diablo) pronunció la frase "Non Serviam" (no serviré) frente a Dios como acto de rebeldía, insumisión y desobediencia. Si nos atenemos a la mitología cristiana el Diablo sería el primer rebelde de la historia. El primero de una saga infinita de pensadores, desertores, perdedores y desobedientes.
domingo, 9 de febrero de 2014
LA ESPERA (GUY GUFFETTE)
I
Si
vienes para quedarte, dice ella, no hables.
Basta
la lluvia y el viento sobre las tejas,
basta
el silencio que los muebles acumulan
como
polvo hace siglos sin ti.
No
hables todavía. Escucha lo que fue,
cuchilla
de mi carne: cada paso una risa a lo lejos,
el
ladrido del perro, la portezuela que golpea
y
este tren que no acaba de pasar
sobre
mis huesos. Quédate sin palabras: no hay nada
que
decir. Deja que la lluvia vuelva a ser la lluvia
y
el viento esta marea bajo las tejas, deja
que
el perro grite su nombre en la noche, la portezuela
golpee,
y el desconocido se vaya a ese lugar nulo
donde
yo moriré. Quédate si para quedarte vienes.
II
Lo
sé, gritó ella, lo sé: los teléfonos
no
existen, por doquier es el fin del mundo,
la
gente se aplasta sobre las aceras,
se
muere de pie, de espaldas, de cara,
sin
avisar. Ya tan sólo los gatos
saben
declinar la palabra amor
al
borde del precipicio y peor para quienes
duermen
en paz, peor
para
la llanura inconsolable: siempre trigo
siempre
azul y ni la menor pizca
de
montaña al horizonte, ni el menor
eco
de ti en este desierto inmenso,
ni
la más leve sacudida al extremo del hilo
como
una voz para dormir la noche.
III
Desengáñate,
insiste ella, no sólo están
mis
labios, mis senos, no sólo mi vientre
esperándote,
para sobreseer un día, una hora incluso,
el
juicio del vacío que me aplasta
como
un insecto sobre el cristal, no. Existe lejos
del
mar en esta playa en la que tus olas,
una
tras otra, vienen a parir viento,
existe,
dice ella, existe
lo
que no tiene rostro, mi voz: un campo de nieve
detrás
del seto – el invierno lleva allí tanto tiempo
que
tus soles tus gloriosos soles
de
fin de semana, si lo rozan casualmente,
se
derriten al instante – y sigo esperándote,
sola
y helada, bajo tus caricias.
Guy
Guffette (Bélgica, 1947)
(De “La Vida Prometida”)
sábado, 8 de febrero de 2014
MALDICIONES Y MAITINES (III)
- Maitines. (Del cat. dialect. maitines, y este del lat. [tempus] matutīnum, [tiempo] matutino. 1. m. pl. Primera de las horas canónicas, rezadas antes de amanecer.
- Maldición. (Del lat. maledictĭo, -ōnis). 1. f. Imprecación que se dirige contra alguien o contra algo, manifestando enojo y aversión hacia él o hacia ello, y muy particularmente deseo de que le venga algún daño.
Recitado de Maldiciones y Maitines (III)
sábado, 1 de febrero de 2014
A R.M. DOCE AÑOS DESPUÉS
Fuera de ti
la vida
se me pudre
el amanecer vino verbos irregulares
con un ejército en el obsceno ejercicio
de trágicos alfabetos de padecerte cada mañana
fuera de ti
las palabras
solo entienden
de miserias
en un jirón el diablo
de tus bragas se sienta junto a mí
sació su sed fuma y me habla
el desierto - ya sin rebeldía-
fuera de ti
la luz proyecta
un hombre
sin sombra
un viejo crupier bebí hasta
exige su tributo la consumación
cada noche la cicuta
ganándome la partida del abandono
viajé sin tregua y tenaz intentando detener la intemperie
cada abrigo que compré fue una torpe coartada para detener el desamparo
FUERA DE TI
LA VIDA
SE ME PUDRE
Suscribirse a:
Entradas (Atom)