Es domingo por la tarde, uno de esos domingos en los que demandamos a la vida por su total ausencia. Me encontraba en mi estudio.La vida se fue a por tabaco y no regresa. Pensé en la posibilidad de haceros un regalo ahora que el año agoniza y la gente abre sus manos y sus casas para ofrecernos algo. Me puse a pensar y se me ocurrió la idea de improvisar un poema cortito y homenajear a alguien que me acompaña desde hace muchos lustros y es mi faro más brillante, mi isla tranquila en la tormenta.Espero os guste, no es gran cosa, solo unos versos improvisados casi sobre la marcha y una grabación pésima realizada con el teléfono. Ese alguien se merece algo mucho mejor. Algún día le corresponderé como es debido.
Un abrazo a todos/as. Os quiero.
http://youtu.be/f53MmNmJxr0
no dejes nunca de tejer precipicios
ResponderEliminarmaravilloso Jorge...
Gracias querida Miss, yo los seguiré tejiendo mientras usted siga construyendo puentes de ida y vuelta.
EliminarSi no acertáis a leer los versos finales dada mi incapacidad como camarógrafo, os recomiendo que pauséis el vídeo en el minuto 3:49, en ese instante aparecen nítidos.Os abrazo.
ResponderEliminarEl sonido del teclear de la máquina, el piano de Satie, tus versos... Un deleite. Por un momento me trasladé al hogar donde crecimos, recordando tus largas ausencias en tu habitación, a golpe de tecla y verso.
ResponderEliminarNeyva.