sábado, 29 de septiembre de 2012
Te miras en el espejo retrovisor, te oyes respirar, escuchas tu voz, una voz que habla, hace calor, estás vivo. Y estar vivo en las postrimerías de este siglo, un hombre de clase media en una capital de Occidente, es estar a la deriva. Te demoras, todos siempre se demoran, propulsados por el remordimiento. Dicen: 'Cómo pasó el tiempo'. Quieren decir: 'No sé qué le pasó al tiempo'.
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