miércoles, 20 de junio de 2012
LA CHICA DEL ANUNCIO
Bien podría comprar esas bragas que anuncia
o tratar de encontrarla a través de su agencia,
pero no,
nada de eso,
tuve que enamorarme
como un niño de su imán y diariamente
mirarla de reojo por las calles más céntricas.
Últimamente pienso que si cambia la chica
de las vallas que nos venden su sonrisa
no haré por encontrarla a través de su agencia:
Compraré, por despecho, esas bragas que anuncia.
Alberto Vega
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