"Id,pues,vagabundos sin tregua,errad,funestos y malditos,a lo largo de los abismos y las playas,bajo el ojo cerrado de los paraísos".Paul Verlaine

viernes, 22 de junio de 2012

PRIMER CURSO DE FILOSOFÍA

que sean nuestras sábanas las túnicas
de sócrates platón y de aristóteles
sobre ellas no habrá dudas ni preguntas
tan sólo realidad sin ideales
yo sólo sé que lo sé todo si follamos

las togas de agustín de hipona pueden
servirnos como colcha
si arrecia el frío y nos carcome el miedo de que cada uno de nosotros seamos dos
y estemos por entero en cada uno de ellos

con los vidrios con los que fabricaba
spinoza sus lentes para ver
a dios en todas partes nos haremos
un espejo que copie solamente
dos cuerpos en batalla destruyéndose
con la alegría de quien sabe que es así
como nacen los universos

la peluca de kant será una esponja
con la que voy a enjabonarte
todas y cada una de tus categorías
con la navaja de okham
quiero afeitarte el coño
para después tender a la abstracción
comerte el coño

y el látigo de aquel vulgar cochero
que apalizó a un caballo hasta matarlo
e hizo llorar a nietzsche el superhombre
hazlo sonar sobre mi espalda
cuando me vengan dudas o aprensiones
necios deseos sobre lo futuro
ganas de compartir el alquiler
ir al cine contigo y esas cosas

el brazalete nazi de heidegger
nos sirva de mordaza si entra el miedo
a conquistar los seres sin ahí
en que querremos transformar el uno al otro 



Juan Bonilla

miércoles, 20 de junio de 2012

Materia del relámpago


Calculaste al detalle cada paso,
sutil, desde hace siglos. Finalmente
tu esposo está de viaje y tus pequeñas
se fueron a dormir con sus abuelos.
Así que ahora estás sola y con euforia
te has vuelto a maquillar y te has vestido
de negro riguroso y perfumado
tu mínima porción de lencería.
Estás temblando, te dices, pero nada
te hará volver atrás. Miras tu imagen
alzada en los tacones, desafiante.
Tú y la noche son jóvenes y hermosas
como una tempestad que se aproxima.
De todos los túneles, el de la noche es el más misterioso, nunca sabemos en qué aurora nos dejará, de qué país, ni siquiera si acertaremos a salir de él.
La noche los guarda entre las páginas negras de su libro, como quien guarda vestigios de todo lo que fue, de las vidas otras.

LA CHICA DEL ANUNCIO



Bien podría comprar esas bragas que anuncia
o tratar de encontrarla a través de su agencia,
pero no,
nada de eso,
tuve que enamorarme
como un niño de su imán y diariamente
mirarla de reojo por las calles más céntricas.

Últimamente pienso que si cambia la chica
de las vallas que nos venden su sonrisa
no haré por encontrarla a través de su agencia:

Compraré, por despecho, esas bragas que anuncia.

Alberto Vega

UN AVIADOR IRLANDÉS PREVÉ SU MUERTE


Sé que en algún lugar entre las nubes
he de hallar mi destino;
no odio a quienes son mis enemigos,
no amo a quienes debo defender;
mi país es Kiltartan Cross,
mis paisanos los pobres de Kiltartan,
ningún posible fin ha de quitarles nada
o hacerles más felices de lo que eran.
Ni leyes ni deberes me ordenaron luchar,
ni estadistas ni masas entusiastas,
un solitario impulso de deleite
me empujó a este tumulto entre las nubes;
todo lo sopesé, de todo hice memoria,
los años por venir me parecieron
vano aliento,
vano aliento los años transcurridos
en igualdad con esta vida y esta muerte.

..................................

I know that I shall meet my fate

Somewhere among the clouds above;

Those that I fight I do not hate,

Those that I guard I do not love;

My country is Kiltartan Cross,

My countrymen Kiltartan’s poor,

No likely end could bring them loss

Or leave them happier than before.

Nor law, nor duty bade me fight,

Nor public men, nor cheering crowds,

A lonely impulse of delight

Drove to this tumult in the clouds;

I balanced all, brought all to mind,

The years to come seemed waste of breath,

A waste of breath the years behind

In balance with this life, this death.

WILLIAM BUTLER YEATS
Quiero que las tijeras estén afiladas
y la mesa perfectamente nivelada
cuando me recortes de mi vida
y me pegues en ese libro que siempre llevas contigo.

 Billy Collins

Amapolas en el camino de Toledo

La palabra Toledo sabe a piedra,
a memoria milenaria,
a judío tenaz,
a fantasma.


Vista la ciudad
se comprende que no existe,
que no ha existido nunca,
que todo es el sueño de un profeta loco,
de un emisario del otro mundo
que olvidó el camino de regreso.


En las torres de Toledo
descansan los guerreros del año mil doscientos,
los que fueron a buscar el Santo Grial,
y quedaron inmóviles ante las murallas de Jerusalén
hasta que el Río los trajo a las almenas de Toledo.

Dentro de estos muros
hay viejos peces de piedra, y hay enigmas
que nadie quiere escuchar,
y antiquísimo llanto petrificado, y plegarias
que en lugar de ir al cielo
caen como imprecaciones en las rodillas del diablo.


En el silencio de la noche
Toledo sirve de reposo a aquellos muertos
que no pueden dormir,
a los ángeles arrojados incesantemente del Paraíso,
a los seres que no han sido perdonados por Dios,
y vivirán invisibles para siempre
en las callejuelas más tristes de Toledo.



Yo he visto todo eso: yo, ciego, he visto más:
la alondra saboreando el amargor del incienso,
la borla caída de un sepulcro gótico,
el cirio rojo en la tumba del cardenal,
la mariposa comunicando un secreto a San Cristóbal,
la osamenta de un rabino escondida bajo la armadura del Conde de Orgaz.


Yo, ciego, he visto; pero debo callar,
porque la muerte me hace señas de guardar silencio,
y dentro de mí tiemblan mis huesos,
y de pronto comprendo por qué allí,
en las afueras de Toledo,
ofrecen su signo a la inocencia de los hombres
las rojas amapolas.



Gastón Baquero